Descripción
A lo lejos todavía se podían ver destellos de un atardecer rojo en su piel. Una brisa oriental, un aroma dulce y sofisticado que declara amor y devoción a una rosa voluptuosa que exulta elegancia y presencia. La madera de cedro de belleza absoluta se esconde detrás del misticismo incandescente del incienso, la intensa y vanidosa vainilla conduce a un matiz de almizcle, cerrando esta anónima historia de amor. No me llames Rosa.